El pasado viernes 8 celebramos la quinta micro conferencia de nuestro ciclo, "La historia de una mujer revolucionaria", en torno al papel de la mujer en la URSS, impartida por nuestro alumno Iván Álvaro Herrero, historiador y estudiante de filología.
Comenzamos con la mujer en la época zarista, en la que el porcentaje de mujeres alfabetizadas en el mundo rural solo era del 12,5%. En cuanto al empleo, la mayoría de ellas eran asistentes domésticas, seguidas de trabajadoras del campo, de un 13% de trabajadoras en industria, un 4% en educación y salud y un 3% en otras profesiones. En realidad, esta estadística no considera la prostitución, que según diversos estudios se ha calculado en medio millón de mujeres, extrapolando los datos de San Petersburgo y Moscú, donde estaban registradas oficialmente 40.000 y 20.000 prostitutas respectivamente. Por lo tanto, la prostitución sería la tercera ocupación más habitual entre las mujeres trabajadoras antes de la Revolución.
Hablamos de las primeras mujeres revolucionarias, entre las que destacamos a Наде́жда Кру́пская, incansable defensora de la mujer y uno de los principales artífices del sistema educativo soviético, casada con Lenin, manteniendo un importante papel dentro del partido bolchevique hasta su muerte, por causas naturales, en 1939.
Durante las décadas de los 60 y 70 del siglo XIX, cierto número de mujeres se unieron al movimiento revolucionario que comenzaba a fraguarse en Rusia, muchas de ellas provenientes de familias nobles o burguesas, con estudios en el extranjero, donde habían tomado parte en círculos de estudio femeninos.
También hablamos sobre el grupo revolucionario Наро́дная Во́ля, responsable del asesinato del zar Alejandro II en 1881; y sobre el sufragio femenino. En julio de 1917 se concedió el derecho de voto y de ocupación de cargo público a las mujeres mayores de 20 años, ya efectivos para las elecciones a la Asamblea Constituyente de noviembre de 1917. De hecho, en muchas zonas, como en Yaroslavl, la participación femenina superó a la masculina.
Los historiadores generalmente coinciden en que la Revolución de Febrero comenzó en San Petersburgo el Día Internacional de la Mujer, solo que en la Rusia de la época era 23 de febrero, cuando miles de mujeres tomaron las calles para pedir pan y mayores raciones para las familias de los soldados.
Durante los años de la guerra civil, las mujeres también tuvieron su papel en los ejércitos rojos y blancos, aunque mucho menor en estos últimos, ya que no reclutaban de forma activa mujeres. Es importante señalar que la mayor parte de las mujeres que sirvieron en estos ejércitos (unas 80.000 en el Ejército Rojo), ocupaban puestos de apoyo como doctoras, enfermeras, telefonistas, etc., aunque algunas ocuparon puestos de mando, como Роза́лия Земля́чк o “Bloody Rosa”, como la conocían los soldados ingleses.
Destacamos la figura de Алекса́ндра Коллонта́й, Comisaria del Pueblo para el Cuidado Estatal y la primera mujer del gobierno bolchevique. Inicialmente dirigió junto con Наде́жда Кру́пская la Sección de la Mujer (Женотдел), creada en 1919, cuyo objetivo era diseminar propaganda entre las trabajadoras para involucrarlas en la vida pública y el proceso revolucionario. Además, también trataba de promover la alfabetización y la educación de las mujeres de Asia Central.
Durante la Revolución, se creó el Código de Familia (1918), en el que se establecía el derecho al divorcio, la secularización del matrimonio, los mismos derechos para todos los hijos, y la elección de los apellidos. En 1920 se legalizó el aborto.
En la segunda mitad de los años 20 hubo una fase de retroceso en la situación de la mujer. En la primera mitad de los años 30, hubo una incorporación masiva al mercado laboral, y en la segunda mitad de los años 30 se produjo de nuevo un retroceso debido a políticas natalistas.
La Gran Guerra Patria supuso un punto de inflexión. Antes de ella solo trabajaba un 40% de las mujeres. Pero, debido a las graves pérdidas humanas, se produjo una incorporación masiva de la mujer al mercado laboral (En 1943, 57% mano de obra no agrícola, en 1945, 80% mano de obra en los колхозы). Estas nuevas tendencias se mantuvieron hasta el final de la URSS.
En cuanto a la situación de la mujer en la vida doméstica, era muy similar a la de los países occidentales. Era la encargada de las tareas domésticas y la educación de los hijos, y dedicaba el triple de horas que el hombre a estas tarea.
Agradecemos a todos vuestra asistencia e interés, y os esperamos en la próxima, el día 12 de abril.